sábado, 11 de agosto de 2012

AUTOBOICOT I

El fútbol argentino desde hace años funciona así. La revolución defensiva que prometía afianzarse desde el mundial 86´tuvo que esperar mas de veinte años para instalarse definitivamente. Bilardistas y Menottistas se disputaron el trono durante los 90´. Sin embargo la crisis, que conyebo momentos de urgencias y decisiones rápidas inclinaron la balanza del lado menos atractivo. Hoy se juega muy distinto que ayer. El 4-4-2 es moneda corriente. El objetivo es mantener el arco en cero. Hay que ser paciente. Una mala salida, un contrataque puede sepultar el partido. Muy pocas veces es posible remontar un resultado. Los creadores, los talentosos, son expuestos a sacrificios antes inimaginables. Los bajitos no tienen lugar: no son funcionales.  La funcionalidad lo es todo. los jugadores que se disputan en el pan y queso son los que juntan mas cualidades: el cabezazo, el disparo, el despliegue, la marca son las mejores valoradas. El pase no es necesario. La magia nunca existió, hoy lo saben hasta los chicos mas chiquitos. Lo atractivo esta en lo bizarro. Fútbol De Primera debió dejar su lugar a El Show De Fantino, el rating avala la fantochada. Bielsa sapo de otro pozo esta supo descubrir asilo en otros lugares del mundo, el argentinismo se lo estaba comiendo. River que siempre jugó del otro fútbol se fue a la B. La dicotomía está más presente que nunca: adaptarse hacia un mundo en donde Boca es rey y sus súbditos viven arrodillados. O apostar a la revolución, que significa arriesgar y exponer sus propios fundamentos. La historia exige una respuesta a la altura.

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